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sábado, 16 de agosto de 2008

El mar interrumpido

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Por JUAN VILLORO
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Transcripción del discurso de Juan Villoro pronunciado el lunes 19 de febrero de 2007 en el Palau de la Generalitat tras recibir el Premio de Periodismo Vázquez Montalbán.

(En Català)
Bona nit

.....Em plau molt poder parlar davant de les autoritats de Catalunya i del FC Barcelona, així mateix com els membres del Col·legi de Periodistes, la Fundació FC Barcelona i el cònsul general de Mèxic.
.....Faré servir la llengua d"un barcelonista de Mèxic. (aplaudiments)

(En castellano)
El mar interrumpido.

.....¿Qué le interesa a un hombre? ¿Qué resortes ocultos animan sus pasiones? La literatura es una exploración de la vida ilusoria. Las estrategias con que el entusiasmo consigue su tributo o desemboca en el sótano del desasosiego. No hay historias sin emociones y no es casual que los escritores dirijan su mirada a los estadios. La forma de la pasión mejor repartida en el planeta es el fútbol. Durante el pasado Mundial de Alemania, Kofi Annan, entonces secretario general de las Naciones Unidas, publicó un artículo en The Guardian donde decía que enviada a Joseph Blatter por conducir un organismo internacional más exitoso que el suyo. La FIFA tiene más agremiados que la ONU y además le hacen caso.
.....Espejo de las sociedades, el fútbol cuenta con todas clases de testigos dispuestos a desentrañar los beneficios y vilezas que desata. Sin embargo, fue necesario un largo proceso de aculturación para entender que se trataba de una actividad que se merecía ser abordada por escrito. Descartado en un principio como una rústica manera de perder el tiempo, el fútbol tuvo sus evangelistas iniciales en la crónica deportiva. Durante décadas, los poetas y los novelistas, se abstuvieron de marchar sus botines con el lodo de las canchas. Manuel Vázquez Montalbán fue un pionero esencial para entender la sustancia narrativa que recorría las tribunas, convencido de que los partidos no sólo se disputan en el césped sino en la mente de los aficionados, se ocupó de las relaciones peligrosas entre el deporte de masas y la política, el supermercado planetario donde los dioses llevan camisetas numeradas, las inagotables razones que hacen que el Barça sea más que un club.
.....Gracias a él sabemos que un partido mediocre puede ser más divertido al discutirse y nada engrandece tanto la gesta como la suspicacia. Cito a Vázquez Montalbán: "Lo que más nos gusta en el mundo a los catalanes es que los penaltis que nos pitan, sean futbolísticos o históricos, al menos sean discutibles o sospechosos". El fútbol es un sistema de supersticiones y Vázquez Montalbán, culé ejemplar, llegó a identificar el bloqueo del escritor con el archienemigo: "Mi mente está en blanco, ese color horroroso".
.....Recibir un premio que lleva su nombre genera la desmedida sensación de haber sido fichado por un club superior. La literatura es una actividad famosamente solitaria. Agradezco al jurado la ilusión que ha creado para mi, la de pertenecer a un dream team conjetural entrenado por Vázquez Montalbán, donde, ya puestos a exagerar, me gustaría aportar el número 4 de Pep Guardiola y Rafa Márquez.
.....Escoger un equipo es una forma de decidir el destino. Hay estoicos que deben su temple a apoyar un club impredecible y masoquistas que se quejan de que los suyos no pierdan lo suficiente. La satisfacción de estar aquí tiene que ver con el club al que apoyo, con una pasión más literaria que futbolística.
.....El primer regalo que recibí en mi vida fue un llavero con el escudo blaugrana. Mi padre nació en Barcelona. Vivió aquí hasta los diez años y emigró a Méjico en 1932. De niño atesoró con fervor algunas cosas de su ciudad perdida. El parque de la Ciutadella, las aceras con lado de mar y lado de montaña, el equipo que salta al campo con los colores del hombre araña. Me hice del Barça por extensión, como quien adquiere un mundo de fantasmas. En aquel tiempo anterior a la televisión satelital, muy de vez en cuando llegaban noticias de ése equipo. A principios de los años 60, vi al Barcelona de Cayetano Re, en su gira por Méjico. Y en 1969 a los 12 años fui con mi padre al Camp Nou a un derby contra el Real Madrid que en mi memoria terminó 3-3 con un golazo de Charly Reixac.
.....No es fácil explicar lo que un equipo representa para la gente del exilio. Se trata más de una entidad soñada, hecha de idealizaciones que de una escuadra que decide marcadores. Cuando la televisión comenzó a transmitir vía satélite, los culés de Méjico nos sorprendimos de que nuestro club existiera. A sus tareas de resistencia cultural, el Orfeó Català agregó una sala con pantalla gigante. Gracias a la oportuna diferencia de horarios en Méjico, los partidos europeos coinciden con el almuerzo. Y el Orfeó Català creó una burbuja ajena a la geografía donde el fútbol se disfrutaba con butifarras y setas vernáculas que el entusiasmo transformaba en rovellons. También las bebidas seguían esta mezcla de realidades. Recuerdo la tarde infausta en que derramamos nuestra pequeña botella de Vichy y estuvimos a punto de chupar las burbujas en el mantel como un preciado elixir.
.....Las identidades dependen de valores compartidos voluntariamente. Pocas han sido tan ruidosas y ajenas a los obstáculos de la evidencia como la de los barcelonistas de Méjico. Esta lealtad fue sembrada por el propio Barcelona en nuestro país. Durante la Guerra Civil, el president de la Generalitat, Lluís Companys, promovió una gira para que el equipo pudiera seguir jugando y mantuviera activo el espíritu de una nación. La mayoría de los jugadores titulares se quedaron en Méjico y se convirtieron en figuras decisivas de nuestro fútbol. Otros jugadores se exiliaron en Francia. Sólo algunos suplentes y el masajista, el imperturbable Àngel Mur Navarro, se embarcaron de regreso con la idea de superar el juego a orillas del Mediterráneo.
.....Muchas veces he pensado en los viajes que se cruzaron en ese tiempo. El Barça que volvía era el club más pobre del mundo. En rigor, dependía de un masajista y una esponja. Mientras tanto, en otros barcos huían los aficionados que no volverían a ver a su equipo. Tal vez a la gente como mi padre, el fútbol le interesaría menos si no viniera de una pérdida. En tiempos de bonanza conviene recordar que, a veces, las ilusiones son preservadas por quienes parecen haber perdido el derecho a ellas. Este es el legado que Barcelona puede recibir de su orilla latinoamericana. Compartimos el mismo mar interrumpido por la historia.
.....La primera gran fábula del Mediterráneo, la Odisea, narra un regreso. Es una emoción muy especial estar esta noche en la Generalitat de Catatalunya. Que yo vuelva a Barcelona es en cierta forma previsible, pues aquí he encontrado una segunda casa. Pero el motivo resulta excepcional. En sus mejores días, el fútbol permite volver a la infancia. Dedico este premio a la persona que me inculcó la pasión por el juego y los anhelos que representa. El niño que salió de esta ciudad a los diez años con un talismán para afianzarse a su tierra, un llavero del FC Barcelona.

.....Moltes gràcies!
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